La mayoría de las mujeres de hoy en día tiene un claro problema con la adicción a los zapatos, yo la primera. ¿Quién no ha frenado en seco al pasar delante de un escaparate y ver un diseño de fantasía con unos tacones imposibles? que más da no poder dar un paso con unos zapatos nuevos si sencillamente son maravillosos, son como objetos de arte y también de culto. Podemos clasificar el calzado en dos tipos: los que ponerse para ir a trabajar y los que simplemente contemplamos por su belleza a pesar del dolor e incomodidad que sufrimos al calzarlos. Lo que esta claro es que los zapatos son "tan poderosos" que cambian la actitud de quien los lleva.
Imagenes by Vogue
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