Triunfan las joyas en oro tricolor

Los tres tipos de oro -amarillo, blanco y rosa- son esta temporada el trio perfecto. El metal más preciado de todos se vuelve más elitista que nunca: el oro deja a sus parejas habituales, gemas y piedras preciosas, para mezclarse con los de su misma especie –a saber, oro rosa, oro amarillo y oro blanco- y consigue un sugerente juego de matices gracias a las distintas tonalidades y reflejos de cada uno de ellos. Con Cartier a la cabeza, que acaba de lanzar una reedición de su colección Trinity basada en esta sutil combinación de metales, otras prestigiosas firmas de joyería como Bulgari, Damiani y Tiffany, también se dejan llevar por el influjo del metal. Todas ellas parecen apostar por la sencillez y la pureza de líneas ante la acaparadora presencia del oro, que no necesita de muchas filigranas para brillar por sí solo.